La visa K-1 o visa de prometidos permite a un ciudadano estadounidense traer a su prometido extranjero a Estados Unidos para contraer matrimonio.
Se trata de un proceso de varios pasos en el que intervienen el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) y el Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS).
La visa de prometido requiere que el ciudadano estadounidense que solicita a su prometido extranjero presente la petición necesaria ante USCIS y, si se aprueba, el tipo de solicitud de visado requerido ante el Departamento de Estado. El último paso es una entrevista en el consulado del país de origen del prometido para decidir si se otorga la visa.
Si se le concede la visa al prometido, se le expedirá una visa con una validez máxima de seis meses que podrá utilizar para entrar en los Estados Unidos una sola vez durante un periodo de noventa días.
El periodo de noventa días de una visa K-1 da al prometido extranjero y al ciudadano estadounidense la oportunidad de casarse y determinar si desean aplicar para el ajuste de estatus a residente permanente. El matrimonio debe producirse en un plazo de 90 días para poder solicitar el ajuste de estatus sin una nueva petición.
La persona que trae a su prometido o prometida a Estados Unidos debe ser ciudadano estadounidense. Sin embargo, las visas basadas en matrimonio pueden ser solicitadas por residentes legales permanentes en Estados Unidos o por ciudadanos estadounidenses.
El ciudadano estadounidense y su prometido o prometida deben tener la intención de contraer matrimonio durante el período de noventa días en que el prometido haya sido admitido en Estados Unidos con su visa K-1.
Ambas personas deben estar legalmente autorizadas a contraer matrimonio en Estados Unidos, y todos los matrimonios anteriores de ambos deben haber finalizado por divorcio, fallecimiento o anulación.
El ciudadano estadounidense y su prometido extranjero deben haberse conocido en persona al menos una vez durante los dos años anteriores a la presentación de la petición de la visa K-1. Es posible solicitar una exención de este requisito si se da una de las dos circunstancias:
- resultaría en dificultades extremas para el ciudadano estadounidense
- viola costumbres estrictas y establecidas desde hace mucho tiempo de la cultura o práctica social extranjera del prometido extranjero.
Un prometido extranjero puede traer a sus hijos menores de 21 años y solteros con una visa K-2.
Para que los hijos del prometido o prometida puedan venir a Estados Unidos deben estar incluidos en la petición del prometido y ser menores de 21 años y solteros al momento de entrar a los Estados Unidos.
Los hijos del prometido también pueden ajustar su estatus y convertirse en residentes permanentes legales tras el matrimonio de su padre o madre y el cónyuge ciudadano estadounidense de su padre o madre, pero los hijos deben permanecer solteros para poder ajustar su estatus
Primero debe confirmar si cumple con los requisitos para obtener una visa de prometido
- Sólo los ciudadanos estadounidenses pueden solicitar una visa para su prometido extranjero.
- Sólo las personas que ya están comprometidas, pero no se han casado, son elegibles para una visa de prometido.
- La pareja debe haberse reunido en persona en los últimos dos años.
El ciudadano estadounidense y su prometido extranjero deben considerar cuál proceso es más rápido si su meta principal es estar juntos en EE. UU. lo antes posible.
Cuando hay preocupaciones económicas, la pareja debe saber que entrar con una visa K-1 es más caro que obtener una visa de inmigrante basada en el matrimonio celebrado en el extranjero, en términos de obtener una tarjeta verde (residencia). Esto se atribuye a que los que entran con una visa de prometido deben seguir el paso adicional de solicitar el ajuste de estatus para obtener la residencia. Sin embargo, los que entran en EE. UU. por matrimonio celebrado en el extranjero son residentes al ingresar en el país.
Hay muchos otros factores que tener en cuenta a la hora de decidir entre obtener una visa K-1 o realizar el proceso consular, por lo que deben consultar con un abogado y como pareja antes de tomar la decisión más adecuada a sus necesidades.
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